
Premio de Arquitectura de Castilla y León 2020-2021
La XII edición de este premio de arquitectura ha estado marcada por la pandemia de la COVID-19 con trabajos realizados en 2020 y 2021.
Llevando el brutalismo británico de más calidad al máximo exponente, su trabajo se caracteriza por ser visualmente potente, social y un reflejo inequívoco de su entorno.
El jurado describe sus espacios como “respetuosos y nuevos, que hacen honor a la historia mientras demuestran un uso magistral del entorno urbano y el arte de la construcción.” El anuncio hace también referencia al fantástico trabajo que realizaron como comisarias de la Bienal de Venecia de 2018, bajo el lema Freespace.
La declaración ha reconocido esta valiosa carrera destacando lo siguiente:
”De manera constante en su forma de abordar los proyectos, entienden cómo diseñar secciones complejas de edificios de manera que las vistas conecten los profundos espacios interiores con el infinito mundo exterior, permitiendo que la luz natural penetre y dé vida a los profundos espacios interiores. A menudo, haces de luz fluyen desde lucernarios o ventanas de pisos superiores a través del interior de sus edificios, proporcionando calidez e interés visual, ayudando a los habitantes a orientarse fácilmente en los espacios y brindando la conexión siempre necesaria al exterior.
Por su integridad a la hora de abordar sus Proyectos y la dirección de su estudio, su creencia en la colaboración, su generosidad hacia los compañeros de profesión,…, su compromiso constante con la excelencia en la arquitectura, su actitud responsable hacia el medio ambiente, su habilidad para ser cosmopolitas sin dejar de lado la identidad única de cada entorno en el que trabajan; por todas estas razones y más, Yvonne Farrel y Shelley MacNamara reciben el Premio Pritzker de Arquitectura 2020.”
En 2020, el jurado del Premio Pritzker ha contado con los siguientes miembros:
Tras 40 años de profesión, Farrel y McNamara cuentan sus obras por decenas. La mayoría se encuentran en su Irlanda natal, aunque han trabajado en otros destinos como Reino Unido, Italia, Francia o Perú.
Un edificio de hormigón que dialoga con la autopista que lo limita por una fachada y la urbanización de baja altura por la opuesta.
Este edificio de ladrillo de 9 plantas (dos de ellas bajo rasante) funciona como un espacio de trabajo agradable gracias al diseño de patios, que favorecen la entrada de luz y aire.
La planta baja de este edificio docente es un ejemplo fantástico de los esfuerzos por relacionar a los estudiantes y profesores con la actividad de la ciudad.
Las arquitectas describen este proyecto en construcción de la siguiente manera: “la biblioteca consiste en la renovación de las edificaciones originales del siglo XVIII y sus espacios proporcionales, añadiendo un volumen del siglo XXI que une lo tradicional y lo contemporáneo de una manera emotiva”.