Esta casa de vacaciones se integra en un bosque de Rørvig (Dinamarca) gracias a la incorporación de la luz cenital y el uso de la madera.
La península de Rørvig, situada a unos 100 kilómetros al noroeste de Copenhague. En las inmediaciones se encuentra Odsherred, un paraje de unos 355 km2declarado como Geoparque Global por la UNESCO. La atractiva luz nórdica y la madera de los bosques de la zona han servido históricamente para construir las segundas residencias de algunos habitantes de la capital danesa.
Además de las zonas boscosas, en las que predominan especies de coníferas como el pino nórdico y el cedro. Hacia el norte se encuentra la playa de Rørvig bañada por las aguas del estrecho de Kattegat. Unas características privilegiadas y el contacto a una naturaleza exuberante permiten desconectar fácilmente de la vida urbana.
El estudio danés E+E Arkitekter, formado por los arquitectos Lotte Elkiær y Ane Ebbeskov, propone una casa que se integra plenamente en la naturaleza. La situación en un claro del bosque permite abrir grandes ventanales que incorporen la masa arbórea al interior. A su vez que este límite vegetal refuerza la intimidad familiar y permite ver sin ser visto. La playa se encuentra cerca, pero no se intuye, ya que los árboles delimitan nuestro horizonte visual.
Volúmenes de doble altura y con cubierta inclinada de geometría piramidal truncada. Estas cajas albergan los espacios comunes que tendrán un mayor uso simultáneo, como la sala de estar o la cocina-comedor. Están coronados por un lucernario con apertura motorizada para favorecer la ventilación natural por efecto chimenea
Volúmenes de altura simple y con cubierta plana. Contienen partes del programa con un carácter más privado como dormitorios, baños, y espacios de transición.
Al exterior existe una zona de porche y una terraza que se desarrollan sobre una plataforma tableada, y están destinadas al esparcimiento familiar. En todo el conjunto la madera es, sin duda, el material protagonista. Se observa el cedro plateado en las fachadas y en las cubiertas inclinadas.
Volumen con cubierta inclinada y lucernario al interior (Laura Stamer, 2020)
Las grandes superficies acristaladas de las zonas comunes logran transmitirnos la impresión de estar en medio de la naturaleza, pero estando en el interior de la vivienda. Por otro lado, los dormitorios cuentan con ventanas de proporción vertical que se expresan hacia el exterior de una manera más discreta.
Las diferentes alturas de los techos ayudan a dividir la estancia en sala de estar y un espacio de lectura situado cerca de la chimenea en esquina. La existencia de lucernarios transparentes permiten el contacto visual con el cielo.
Por último, el cálido revestimiento interior de pino barnizado subraya la atmósfera nórdica y proporciona calidez en la sala de estar. La terminación de los techos es en color blanco, amplificando la sensación de luminosidad. El mobiliario técnico y de almacenaje en la cocina está acabado en un elegante color gris, que se replica en otras zonas de la vivienda.
Sala de estar y espacio de lectura (Laura Stamer, 2020)
Cocina y dormitorio principal (Laura Stamer, 2020)
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