Centro meteorológico en Barcelona, 1992 (Duccio Malagamba, 2017)

Compartir post

Linkedin Twitter Facebook

Las obras españolas de Álvaro Siza

autor
11.11.2020

El portugués Álvaro Siza ha sido galardonado con el Premio Nacional de Arquitectura, siendo el primer arquitecto no español en recibirlo.

Poco más se puede decir de Álvaro Siza Vieira (Matosinhos, 1933) que no se haya dicho ya. Sin duda, se trata de una de las figuras arquitectónicas más influyentes en el panorama internacional de las últimas décadas. Su trayectoria ha recibido elogios tanto de parte del público como de la crítica especializada.

Desde el entorno de su ciudad natal se presentó al mundo con dos de sus obras más icónicas: el restaurante da Boa Nova en Matosinhos (1958) y las piscinas de mar en Leça da Palmeira (1966). Ambos proyectos coinciden en que se encastran en la costa atlántica fusionándose con las naturaleza rocosa del litoral, y albergan espacios idóneos para el disfrute sensorial del océano.

El reconocimiento internacional le empezó a llegar en la década de los 80 y, sobre todo, con la concesión del Premio Pritzker de Arquitectura en 1992. Aunque nunca ha dejado de proyectar en su país de origen, es a partir de este momento donde su arquitectura se vuelve decididamente global. En la década de los años 90 empieza a construir en diferentes puntos de Europa, además de responder a encargos que le llegan desde América y Asia.

La obra de Álvaro Siza en España es prolífica y abarca las últimas tres décadas. Además, su pensamiento ha influido de manera decisiva en la formación de varias generaciones de arquitectos españoles. En ese sentido, el arquitecto portugués se erige en representante de una arquitectura ibérica decididamente contemporánea pero con un diálogo constante con la tradición.

Primeras obras en una España con proyección internacional

La primera obra de Álvaro Siza a este lado de la frontera se inauguró en 1992, en pleno efervescencia por la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona. El centro meteorológico de la Villa Olímpica, está situado frente a la playa de Nova Icària, acogió al grupo de meteorólogos que hacían la predicción del tiempo para las pruebas olímpicas al aire libre. Siza propone un edificio de planta cilíndrica, con un patio circular en su interior de 9 metros de diámetro.

Además del mencionado evento olímpico y de los fastos conmemorativos al V Centenario de la llegada a América a través de la Exposición Universal de Sevilla, el redescubrimiento del Camino de Santiago fue otro de los acontecimientos culturales que concentró grandes expectativas en la España de principios de los 90. La puesta en valor del recorrido conocido como el Camino Francés tuvo su hito en 1993, lográndose la inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Ese mismo año también tuvo lugar la celebración del Año Santo Jacobeo, el primero organizado por la Xunta de Galicia, por lo que la administración autonómica invirtió fuertemente en dotar de equipamientos culturales a la capital gallega.

En ese contexto de efervescencia cultural se desarrolla la construcción del Centro Gallego de Arte Contemporáneo, edificio que se encaja en pleno casco histórico de Santiago de Compostela. Siza propone un edificio rotundo pero que no busca competir con sus vecinos monumentales, como el convento de Santo Domingo de Bonaval o el Museo do Pobo Galego. La propuesta museística viene acompañada de un proyecto paisajístico en la contigua huerta del convento, convirtiéndose en un parque aterrazado de gran interés.

Proyectos para el cambio de milenio

Con el edificio del Rectorado de la Universidad de Alicante (1997), Álvaro Siza inaugura una serie de edificios universitarios con distinta escala y usos diversos. No obstante, la vinculación cultural de Siza con Galicia se ha mantenido en el tiempo. En el año 2000 se inauguró la nueva Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Santiago de Compostela. Destaca el espacio destinado a la biblioteca, con reminiscencias de la arquitectura de Alvar Aalto, por la introducción puntual de la luz natural a través de la cubierta.

Escala urbana y propuestas residenciales

Aunque menos numerosa que la obra de nueva planta, Álvaro Siza también acumula intervenciones en arquitectura preexistente de alto valor patrimonial. En el año 2000 se va a completar en la ciudad de Pontevedra la rehabilitación del edificio del Café Moderno, edificio emblemático y punto de encuentro de la intelectualidad galleguista de la primera mitad del siglo XX. Este es un encargo de la Obra Social Abanca para transformarlo en su sede, y acondicionarlo con espacios expositivos.

El Centro Deportivo Ribera-Serraldo, en Cornellá del Llobregat (2004) es uno de los proyectos ejecutados en España que mayor repercusión internacional alcanzó. El conjunto está formado por un grupo de grandes volúmenes entrelazados de hormigón blanco que albergan diferentes programas de equipamientos deportivos. Después de sus famosas piscinas en Leça da Palmeira, Siza vuelve a diseñar equipamientos acuáticos aunque a un escala mayor. Las expresivas formas orgánicas de los vasos y la iluminación cenital de la piscina cubierta logran el elogio generalizado.

Aunque en el conjunto de su obra los equipamientos públicos tienen un peso importante, Siza atesora buenos ejemplos de arquitectura residencial. En Granada podemos disfrutar del Edificio Zaida (2006), mientras que en la isla de Mallorca vemos su versión más mediterránea con el proyecto de una vivienda unifamiliar (2008). En este proyecto pueden observarse influencias de maestros que ya trabajaron sobre la habitabilidad del límite entre tierra y mar, como José Antonio Coderch o Jørn Utzon. Siza resuelve el programa explotándolo en diferentes volúmenes que disemina sobre la pendiente del acantilado hasta llegar al mar.

La últimas obras: edificios universitarios y equipamientos culturales

Las últimas obras de Álvaro Siza en España se van a caracterizar por ser edificios vinculados a universidades o equipamientos culturales como teatros o auditorios. Entre los primeros se encuentra la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Lleida (2008) y el edificio destinado al Paraninfo de la Universidad del País Vasco, en Bilbao (2010). Aunque se encuentran muy cercanos temporalmente, su situación urbana y las respuestas a sus planteamientos son bastante diferentes. En el caso de la facultad se encuentra ubicada en el Campus Universitario de Cappont, un sector de reciente desarrollo con manzanas abiertas, por lo que el arquitecto portugués opta por grandes volúmenes blancos sin tener demasiado en cuenta el entorno.

Por otro lado, el paraninfo de la UPV se encuentra más cercano al casco antiguo de la capital vizcaína, asomándose a la ría de Nervión. A esto hay que añadir su vecindad con un hito de la arquitectura contemporánea como es el Museo Guggenheim de Frank Gehry. La solución de Siza para la fachada nos evoca un entorno mucho más industrial, alejándose del tradicional blanco.

Por último, Siza nos deja dos proyectos con similitudes programáticas. El Auditorio del Revellín en Ceuta (2011) y el Teatro-Auditorio en Llinars del Vallès (2015), donde experimenta con el ladrillo cara vista como solución en fachada, en sintonía con propuestas de estudios de arquitectura de la escuela catalana como Harquitectes,

David García Díez

Arquitecto por la Universidad de Valladolid y Máster en Conservación y Restauración del Patrimonio Arquitectónico por la Universidad Politécnica de Madrid. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en Chile, trabajando tanto en empresas privadas como para las Administraciones Públicas. Formó parte del equipo redactor del PGOU de la ciudad de Puerto Montt. En el ámbito académico, fue profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Los Lagos. Desde 2019 es responsable de Prescripción y Obra Nueva de VELUX para la Com. Valenciana y Murcia.