Cabinski resulta una experiencia emprendedora en la que confluyen diseño de refugios modulares, eficiencia energética y compromiso ecológico.
La historia de los refugios modulares Cabinski comienza con dos amigos de la infancia (Tim Suske y Chris Eichhorn) a los que les une su pasión por el esquí. Mientras trabajaban en un establecimiento hotelero de la localidad austriaca de Montafon, empiezan a fraguar lo que será su futuro negocio.
Conocedores de las necesidades de los visitantes de esta zona alpina, piensan en una serie de pequeños refugios de montaña. Ambos amigos se fijan en una parcela situada a las afueras del pueblo y se dan cuenta de que la normativa local no permite la edificación aunque sí la construcción de edificaciones temporales. La idea de estos refugios modulares nace como un modelo de emprendimiento sostenible enfocado en el alojamiento de aficionado a los deportes invernales. Inmediatamente buscan a alguien que les ayude a plasmar estas ideas sobre el papel y convertirlas en realidad.
Investigación arquitectónica
En este punto es cuando encuentran a Cabin One, un joven estudio de arquitectura liderado por Andreas Rauch y Simon Becker que cuenta con una cierta experiencia en el lanzamiento al mercado de ideas y productos. Desde su época de estudiantes universitarios se interesaron por temáticas como la densificación urbana, y la maximización de los espacios habitables. Investigaron acerca de la utilización de la cubiertas en edificios construidos para una potencial ampliación de las viviendas. Para ellos la posibilidad de que el modelo fuera modulable, ampliable y transportable, les acercaba a la forma de container.
Llegaron a desarrollar unos prototipos que fueron instalados como construcciones en jardines o espacios de trabajo para viviendas unifamiliares. Aunque las experiencias con clientes individuales resultaron interesantes, Rauch y Becker marcaron su objetivo en la pequeña promoción inmobiliaria. En ese sentido, las ideas que manejaban Tim y Chris, les permitieron desarrollar conocimientos teóricos y crecer como oficina.
Vista axononométrica seccionada (Cabin One 2020)
El diseño del refugio
Sin duda, el diseño final es el resultado de la suma de varios factores, entre los que se encuentran las limitaciones logísticas, la normativa urbanística y los guiños a la materialidad local.
Los refugios modulares se desarrollan a partir del modelo de Cabin One. Se trata de un módulo de planta baja con una superficie de 35 metros cuadrados. Las dimensiones son 11,25 x 3,43 metros. Los arquitectos querían que la cabina encajara una vez finalizada en un camión, lo que significaba que estas medidas máximas ya venían predefinidas.
Secciones longitudinal y transversales (Cabin One 2020)
En su construcción la madera es el material predominante. Exteriormente están revestidas por una madera de tonos oscuros que recuerda a la arquitectura vernácula de Montafon. Las fachadas más pequeñas se abren al exterior, permitiendo el acceso y las vistas panorámicas al final del recorrido interior. También existe un gran ventanal en la fachada para permitir la salida a una terraza exterior.
Las cubiertas vuelan ligeramente sobre los testeros, dotando de una cierta inclinación a esas fachadas. De esta manera se consigue una mayor protección frente a la lluvia y una mejor visibilidad. Además, la cumbrera es excéntrica y la disposición de sus faldones es a dos aguas. La iluminación de los espacios destinados a dormitorio y baño se logra gracias a unas ventanas automatizadas situadas en la cubierta.
Vista del espacio interior y del dormitorio (Kasia Jackowska, 2020)
Compromiso ecológico
La asimetría del techo resulta fundamental para el aprovechamiento de los espacios. El interior está completamente revestido de madera contrachapada. La calefacción mediante suelo radiante consigue un elevado nivel de confort térmico a la vez que garantiza una mayor eficiencia energética.
Tim y Chris propusieron algunas modificaciones respecto al diseño original de Cabin One. Entre ellas estaba la ubicación de la ventana del tejado, la transformación del armario situado bajo la cama-nido en un nicho que albergara un colchón extra y la sustitución del armario de la entrada por estantes sencillos.
Vista exterior desde el jardín (Kasia Jackowska, 2020)
Preocupados por la huella ecológica que acarrea toda intervención edificatoria, los promotores plantaron pequeños ejemplares de especies árboreas autóctonas. A corto plazo, la idea de este gesto repoblador era generar barreras visuales que permitiesen espacios de privacidad. A largo plazo y una vez los refugios modulares hayan cumplido el plazo que marca el arrendamiento de la parcela, estos árboles, ya adultos, serán los dueños de la misma y se fusionarán como el bosque contiguo.
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