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Grupo de viviendas Santa María Micaela (1958-61)

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01.02.2023

El proyecto de Santa María Micaela en Valencia fue una propuesta atrevida para una arquitectura moderna atenazada por la austeridad de la época.

La Cooperativa de Agentes Comerciales promovió en la ciudad de Valencia la construcción de 138 viviendas destinadas a familias de clase media. Así, mediada la década de 1950, se fraguó este proyecto de residencial que se ubicará en el número 18 de la calle Santa María Micaela. El responsable de realizar el proyecto fue el valenciano Santiago Artal Ríos, titulado en 1957 por la Escuela de Arquitectura de Madrid, y para quien sería su primer encargo.

Santiago Artal Ríos

El joven Artal estuvo fuertemente influenciado por su padre, el arquitecto Emilio Artal Fos, quien tenía una preocupación higienista y social que plasmó en sus obras de los años 20 y 30. La familia Artal, de adscripción republicana, se ve obligada a exiliarse en Argentina, donde permanecerán desde 1939 hasta 1947. Allí, un adolescente Santiago entró en contacto con las propuestas de Le Corbusier para varias ciudades de América del Sur, y comprobó la influencia del suizo en la arquitectura argentina de la época. Junto a su padre, se embebe de un ambiente racionalista de corte internacional, accediendo a publicaciones norteamericanas especializadas.

De regreso a España, Santiago Artal se forma como arquitecto coincidiendo con el periodo de autarquía de la dictadura franquista. Esta etapa histórica abarca desde el fin de la guerra hasta la aprobación, en 1959, del Plan de Estabilización, que supuso la apertura económica del país. Durante esas dos décadas, la arquitectura española se vio afectada por una política aislacionista, tanto de los países capitalistas como del bloque del Este, lo que se tradujo en un ensimismamiento conceptual y en una carestía de materiales de construcción. En las escuelas de arquitectura se incidía en la reinterpretación en clave nacionalista de las arquitecturas históricas, evitando cualquier influencia foránea. El régimen buscó referentes en épocas gloriosas del pasado y se crea un estilo oficial neoherreriano y promocionándolo como modelo a seguir.

El encargo de Santa María Micaela

En ese contexto, el recién titulado Artal se topa con lo que será, sin duda, con el encargo de su vida. El valenciano se enfrenta a un proyecto de cierta embergadura en el que pretende aplicar la influencias formales de su etapa americana. Su cercanía con los postulados que enarbola el movimiento moderno es evidente. No obstante, su arquitectura se puede inscribir en las corrientes críticas que empezaban a poner en duda ciertos aspectos de la radical tabula rasa que suponía el estilo internacional.

El Grupo de Viviendas Santa María Micaela durante su construcción.

La Cooperativa de Agentes Comerciales adquiere un solar en esquina de 45,42 x 84,39 metros, situado dentro de la trama occidental del ensanche de Valencia. Con las características de la parcela era probable que la solución elegida fuera el alineamiento de la edificación con las calles y la iluminación interior a través de patios. Esta tipología se venían repitiendo en todo el ensanche y generaba viviendas con largos pasillos en busca de la ventilación cruzada entre calle y patio.

Artal se aleja de esta tradición y propone una edificación abierta con tres bloques independientes, dos de ellos con trece planta y otro con tres plantas situado al sur. Este planteamiento, que alteraba las ordenanzas municipales fue aprobado por el Ayuntamiento de Valencia. Los responsables municipales resultan convencidos tras la exposición de los beneficios que conllevaba de esta novedosa disposición:

  1. Obtención de un mayor número de viviendas, concentrándolas en bloques de mayor altura.
  2. Mejores condiciones higiénicas. Ventilación cruzada inmediata de todas las viviendas. Supresión de patios interiores.
  3. Todas las viviendas son exteriores, algunas situadas a gran altura, lo que permite tener unas estupendas vistas de la ciudad.
  4. Buen soleamiento de viviendas y plaza interior, al situarse el volumen de menor altura en el costado sur.
  5. Utilización del terreno situado entre los bloques para generar espacios de recreación, jardines, juegos, etc.
Jardín exterior, con lámina de agua, fuente y banca corrida.

Los espacios comunes como generadores de identidad

El proyecto puede definirse como una pequeña ciudad dentro de la ciudad, aunque, paradójicamente, será el desarrollo de la capital valenciana durante las últimas décadas del siglo XX la que termine por rodearla y aislarla de su contexto.

Las circulaciones se solucionan de manera que cada uno de los bloques altos tiene un único núcleo de comunicación vertical, con pasillos de comunicación en cada planta. El espacio comunitario, pensado como jardín con láminas de agua, muy propio de esta fase del movimiento moderno de mediados de centuria. Se da énfasis a la utilización de los espacios comunes para potenciar las relaciones vecinales, como se aprecia en los corredores abiertos de acceso a las viviendas.

Vista del corredor

En ese sentido, la solución escogida por Artal responde simultáneamente a dos escalas: la urbana, ya que plantea un nuevo modelo de hacer ciudad. Por otro lado está la doméstica, con un modo diferente de habitar, de inspiración lecorbuseriana y con referencias a la Unité d’Habitation marsellesa.

Axonometría dúplex. Aurores: PERIS, I.; SAN 90 CHIS, S. J.; PONCE, P.

Arquitectura del S.XX con proyección de futuro

La estructura de hormigón armado es protagonista en la composición de las fachadas. Ésta se adelanta ligeramente respecto a la línea de fachada generando un interesante juego de sombras y dotándola de personalidad. Se apuesta por la vivienda en dúplex como solución generalizada para los bloques altos, variado ligeramente la superficie y disposición de seis tipos.

Sin duda, estamos ante un proyecto con innumerables valores positivos al cual el paso del tiempo ha jugado a su favor. La comunidad de vecinos actualmente es un grupo social activo que valora y cuida los atributos patrimoniales de este icono moderno de la capital del Turia.

Bibliografía

  • LOZANO, J. María. “Las viviendas de Artal”, VPOR2/Revista de vivienda del IVVSA, nº 1, octubre 2005,
  • PERIS, I.; SANCHIS, S. J.; PONCE, P.; ‘Santa María Micaela y Park Hill’, rita nº11, mayo 2019, pp. 80-87.

David García Díez

Arquitecto por la Universidad de Valladolid y Máster en Conservación y Restauración del Patrimonio Arquitectónico por la Universidad Politécnica de Madrid. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en Chile, trabajando tanto en empresas privadas como para las Administraciones Públicas. Formó parte del equipo redactor del PGOU de la ciudad de Puerto Montt. En el ámbito académico, fue profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Los Lagos. Desde 2019 es responsable de Prescripción y Obra Nueva de VELUX para la Com. Valenciana y Murcia.