Este pequeño proyecto de rehabilitación de un aula de primaria tiene mucho que enseñarnos sobre cómo mejorar radicalmente el confort y el bienestar en el interior con pequeñas intervenciones bien enfocadas.
Para evaluar el impacto real, un equipo de expertos del CSIC ha monitorizado el aula antes y después de la reforma en términos de confort y salud.
El centro de Enseñanza Waldorf Aravaca
El Centro de Enseñanza Waldorf se encuentra en la localidad de Aravaca, un pequeño municipio muy cerca de la ciudad de Madrid. Se trata de una zona residencial de viviendas unifamiliares inmersas en amplias zonas verdes y arboledas.
El Centro cuenta con varios edificios y múltiples espacios exteriores para desarrollar actividades de todo tipo. El método de enseñanza Waldorf es innovador y muy reconocido a nivel mundial. Sin embargo, la calidad de algunos espacios interiores, como sucede en muchos colegios de España, era mejorable.
El proyecto busca encontrar la forma de, con pequeñas reformas de la envolvente, aumentar en gran medida el confort y el bienestar en las aulas sin penalizar el consumo energético.
El proyecto
Para la investigación se eligió un aula dividida en dos secciones situada bajo la cubierta en la primera planta. Una de las secciones albergaba los pupitres para las actividades de enseñanza al uso. La otra estaba diáfana para otro tipo de acciones.
Aula del Centro de Enseñanza Waldorf antes de la reforma.
La intención de hacer una reforma era conseguir una mejor iluminación natural, mejorar la capacidad de ventilar rápidamente y conectar con el exterior, permitiendo vistas atractivas y estimulantes.
La obra consistió en colocar en la zona de docencia cuatro grandes ventanas de tejado con persiana y cortina. Todas están conectadas al sistema domótico de ventilación natural y prevención del calor inteligente VELUX ACTIVE.
El equipo de investigadores del Instituto Eduardo Torroja de la Construcciónmonitorizó temperatura, humedad y concentración de CO₂ en el interior durante varios meses antes y después de la reforma para poder evaluar el impacto en el confort y salud en el interior.
Resultados
Iluminación natural
El confort visual en el aula ha mejorado radicalmente, con 3/4 de los puntos de medición por encima de 500 lux de luz natural durante las horas de clase. La iluminancia se multiplicó por 10 en toda el área.
Aula del Centro de Enseñanza Waldorf Aravaca después de la reforma
Durante esta investigación no se pudo medir el consumo eléctrico en iluminación, pero la simulación con el software Design Builder calculó que la necesidad de luz artificial se redujo a un 10% tras la reforma, es decir, el consumo energético en iluminación descendió en un 90%.
Las persianas y cortinas permiten ajustar la cantidad de luz en cada ventana individualmente para conseguir un confort visual idóneo.
Calidad del aire
La concentración de CO₂ en el interior ha mejorado notablemente. Antes de la reforma, el valor estaba por encima de 4000 PPMs durante el 75% del tiempo, llegando a alcanzar los 8000 PPMs.
Tras la incorporación de las ventanas casi la totalidad del tiempo están por debajo de 1500 PPMs, incluso cuando el sistema de ventilación inteligente no está funcionando. Esto se debe a que, con la acción voluntaria de los estudiantes de ventilar, la capacidad de la clase para renovar el aire es mayor.
Temperatura
La temperatura interior se midió en los inviernos de 2019 (antes de la reforma) y de 2020 (después de la reforma). El análisis de los datos descubrió que las temperaturas interiores están más cerca de los rangos de confort después de la incorporación de las ventanas, gracias a las ganancias solares a través del cristal.
Mientras que en 2019 las temperaturas durante el día oscilaban entre 18 y 20°C, en 2020 se mueven entre 19.5 y 21.5°C, y se mantienen más estables durante la noche. De esta manera, hace falta menos energía para volver a llevar al aula a temperaturas de confort por las mañanas.
Para el escenario de verano, comparamos los datos de mayo y septiembre de 2019, dado que debido al COVID 19 no se ha podido monitorizar durante el verano de 2020. Después de la reforma, gracias a la posibilidad de ventilar y de sombrear el cristal, la temperatura no sube de 26° C prácticamente en ningún momento durante las horas de clase.
El proyecto es un éxito dado que una intervención pequeña y asequible ha conseguido convertir un espacio inapropiado en un espacio ideal para el bienestar, el desarrollo de los niños y el aprendizaje.
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